el camino diario

Y otro domingo más

Detesto los domingos.Son días en los que lo único que pasa es el tiempo. Y de qué manera. A la que te das cuenta, ya son las 8 de la tarde, y no has hecho NADA.Aparte de leer el dominical del periódico, o de comer con la familia, el resto del tiempo de estos días no se sabe muy bien cómo desaparece. Pero se va, el muy cabrón.Y tú, que habías planificado hacer tantas cosas este finde, descubres cuando llega la última tarde del domingo que na, qu eni la décima parte has podido. Ahora de exámenes, ni de coña te has estudiado todo lo que te habías propuesto. Y cuando no los hay, no haces tampoco nada de lo que habías decidido "bueno, el finde que viene a ver si se puede..."

Generalmente los domingos no se sale mucho de casa, después de todo lo que has salido ya no te queda dinero, ganas y tu cabeza da muchas vueltas. Y además als calles suelen estar bastante desiertas, sobretodo en este mes de Junio.Y, además, tus padres también están en casa. Y los domingos también es el día en el que viene algún familiar y/o conocido, como tus abuelos, tus tíos, o ese tío al que le miras la cara y te suena de algo pero no lo ubicas.Los domingos son el día en que te levantas casi a la hora de comer y en vez de un vasito de leche te obligan a comerte una paella o un pollo asado.

Y, por supuuesto, son el día en que sabes que detrás viene un lunes, y toda una semana de jaleos,obligaciones,,trabajo,estrés y poco descanso, y el solo pensarlo ya es deprimente.

Pero algo bueno tenían que tener, y es que como las siestas de los domingos no hay nada